Aumentar la productividad, uno de los grandes retos de la Agricultura dominicana.
El Ministerio de Agricultura de República Dominicana opera con varias instituciones bajo su dependencia y con ocho regionales. En su portal, presenta como único programa sin desarrollar el de los llamados Censeri (Rehabilitación de Centros de Servicios Rurales Integrados y Agroindustrias de Pequeños Productores Asociados) sin que se explique la causa.
Ese proyecto sería de alcance nacional y se estima que se ha sido cambiado ya sea por programas administrativos de la institución o por programas ejecutados por el presidente de la República saliente, con sus visitas sorpresas.
Agricultura opera todavía bajo la Ley 8 de 1965. Una ley que muchos consideran obsoleta. Actualmente tiene bajo su dependencia a 24 dependencias y ocho direcciones por zonas geográficas del territorio nacional. Están bajo el ministerio, el Banco Agrícola, el Instituto Agrario Dominicano (IAD); la Dirección General de Ganadería (Digega); Inespre, el Fondo Especial de Desarrollo Agropecuario (Feda); Agrodosa, Conaleche, Conaprope, Conacado, Coniaf, Idiaf, Idecoop, Mercadom, Codopesca, CEA, Digera (Dirección de Riegos Agropecuarios); Intabaco, Inazúcar, Inuva, el Lavecen, Consejo Nacional de Agricultura, OTCA, PATCA, el Comité Nacional para la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias y el Indocafé.
El documento memoria de la gestión de Osmar Benítez al frente de la institución, aunque está listo, el Ministerio no lo ha entregado, con lo cual se daría una idea concreta de la prioridad uno que requiere el país para reducir el impacto del Covid-19 en el futuro mediato y a más largo plazo.
Actualmente, la producción de alimentos no ha reflejado grandes problemas en el abastecimiento de la población dominicana. Todos los departamentos del Ministerio de Agricultura fueron activados ante la crisis sanitaria generada por la pandemia del coronavirus Covid-19 y su impacto ha ido aminorando en algunos productores en estos seis meses de cuarentena.
La pregunta es qué pasará de aquí a diciembre, si habrá el flujo adecuado de bienes agrícolas y a cuáles precios, debido a que una cosa es la estacionalidad y otra la falta de siembra o la siembra de destiempo, a lo que se suma la seguía o la temporada de lluvias por efecto de fenómeno atmosféricos.
Prueba de fuego
El Covid-19, ha puesto otra prueba de fuego a los programas de planificación agrícola, que venían arrastrando los efectos de catástrofes naturales, como la prolongada sequía y a los que se sumó el daño que dejó la tormenta Isaías en gran parte de la región Este. Pero, la interrogante estará en el desafío de una crisis sanitaria prolongada que amenaza con llevar a la ruina a miles de productores que han visto sus siembras detenidas o limitadas por el confinamiento y el temor a un mayor endeudamiento.
Esa situación de incertidumbre, se convierte en una amenaza más para la crisis alimentaria que se prevé ocurra en todo el mundo, a lo que no escapará República Dominicana que, además de producir comida para 10.3 millones de habitantes, también tiene la presión de la demanda de inmigrantes y de parte de la población del vecino Haití.
Agricultura dominicana, caso complejo
A mayo de este año 2020, un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos USDA Foreign Agricultural Service, que evalúan especialistas para todos los países del mundo, expone que el sector agrícola dominicano continúa operando en circunstancias complejas, en referencia al impacto del Covid-19 en el sector agrícola, aunque precisa que, en respuesta, el Gobierno dominicano implementa programas para aliviar la situación por la que atraviesan empresas y consumidores.
Como los productos mayormente afectados en República Dominicana cita a los lácteos, aves de corral, frutas y hortalizas, por la pérdida de mercado, especialmente en el turismo, menores ventas y falta de acceso a canales de venta. Algunos registran alzas de precios.
En su portal, el Ministerio muestra una relación inter-diaria del comportamiento de los precios de productos del agro en los mercados.
El informe elaborado por los técnicos Virgilio Mayol y Elízabeth Autry, para el Departamento de Agricultura de Estados Unidos señala también el fuerte impacto en los productores de quesos, tras el cierre de más de 25 pequeñas y medianas queserías en todo el país, la caída de la demanda de leche fresca, la situación del sector avícola que tuvo que guardar 11 millones de libras de carne de pollo congeladas, y tenían casi cuatro millones de pollos con sobrepeso en las granjas.
Ante ese panorama, el Gobierno comenzó a comprar la sobreproducción para destinarlo a los programas sociales.
En ese cuadro entra el comentario que atribuyen al ministro de Agricultura, Osmar Benítez, quien dicen aseguró en mayo que el país tendría este año una cosecha récord de 800,000 toneladas métricas de arroz y que estima que la producción del cereal rondaría de 580,000 a 600,000 TM.
Se habló de que en el primer trimestre de este año la agricultura creció un 5% del producto interno bruto, además de la reactivación de la Comisión Dominicana Contra la Sequía.
Plan Estratégico del Ministerio
Uno de los mayores problemas de la agricultura es la falta de agua y, especialmente la falta de presas y canales de riego suficientes. El Ministerio de Agricultura tiene publicado un Plan Estratégico Sectorial Agropecuario de República Dominicana 2020-2030- visión 2050, elaborado en la gestión del actual titular, Osmar Benítez.
Ese plan fue elaborado tomando en cuenta las directrices de la Estrategia Nacional de Desarrollo y basado en un crecimiento poblacional de un 10% en 2030, al proyectar un crecimiento de la población de 10.3 millones en este año 2020 a 11.3 millones en diez años más.
Como los tres principales retos señala el aumento de la productividad de los cultivos, de la rentabilidad de los productores y, la competitividad del sector.
El problema fundamental se orienta al gran déficit de agua para riego y de ahí la importancia de impulsar la construcción de más presas, canales, reservorios, pozos tubulares y otros mecanismos que garanticen el regulo en los precios agrícolas.
Además, la necesidad de contribuir con la recapitalización de los productores en condiciones blandas, para que estos vuelvan a producir, según recomienda la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ante la crisis que define “del siglo”, ya que arrastrará a la pobreza a 231 millones de personas de la región ALC y a 98 millones a la pobreza extrema, los que correrán el riesgo de padecer hambre, mientras la desocupación se ubicaría en 13.5 este año. Con esos indicadores la región no podrá cumplir con la meta 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de Hambre Cero al 2030. República Dominicana no escapa a esos indicadores.
Nómina del Ministerio
En su portal de la web, el Ministerio de Agricultura, sin sus dependencias, dice que paga a sus 6, 953 empleados y fijos y en trámite de pensión un monto global de más de RD$180.4 millones. En la institución hay un personal de servicios que cobra RD$10,000 mensuales, como son choferes, auxiliares y obreros. Pero también hay técnicos, encargado subregional de la división de cacao, con sueldos de RD$30,000 y un viceministro de producción agrícola y mercado ganando RD$40,000 mensuales.
El personal contratado, registrado en la nómina de julio 2020 es de 51 personas que en conjunto conllevan un pago de RD$2.1 millones. La nómina de compensación de seguridad militar en la que hay 90 empleados el monto pagado fue de RD$965,858.83.
El monto asignado al Ministerio de Agricultura en el Presupuesto Nacional 2020 es de RD$3,597 millones.
Sepa más
El Ministerio de Agricultura, fue instituido en la Constitución del 25 de Febrero de 1854, denominándose, Secretaría de Estado de Interior, Policía y Agricultura.
Desde 1854 al 2013, a la Secretaría de Estado de Agricultura se le ha cambiado la denominación en 21 ocasiones.