Cuánta leche y lácteos debes tomar y dónde comprarlos.
No sólo de calcio viven los lácteos. Conoce qué nos aportan nutricionalmente la leche y sus derivados, sus múltiples variedades y las claves para elegir con cabeza las más adecuadas para ti y cómo conservarlas.
Para muchos, la leche, en cualquiera de sus múltiples versiones, o los productos lácteos (yogures, quesos, mantequilla…) son el primer alimento con el que arrancamos el día. A veces, incluso también suponen lo último que nos llevamos al estómago antes de acostarnos. No obstante, en los últimos años su consumo ha sufrido diversos vaivenes. A continuación vamos a analizar estos productos básicos en nuestra alimentación diaria, desde sus recomendaciones de consumo, qué nos aportan nutricionalmente sus diferentes variedades, dónde encontrarlas y cómo elegir las más adecuadas para ti.
Recomendaciones de consumo de lácteos
Las recomendaciones de los principales organismos de referencia siguen incluyendo la leche y los lácteos como alimentos de consumo habitual. La Pirámide NAOS publicada en 2008 por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad recomienda su consumo diario. Y la Pirámide de la Nutrición Saludable de la SENC de 2015 apuesta por un consumo de 2-3 raciones diarias.
A pesar de que según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) el consumo de leche ha descendido un 18% desde 2004, cada español consume más de 73 litros de leche cada año. Y prácticamente toda –71 litros– es leche esterilizada, la típica de tetra brick.
En el caso de los derivados lácteos el camino ha sido el contrario: ahora consumimos un 16% más que en 2004, hasta 35 kilogramos por persona (la mayor parte en forma de leche fermentada y yogures).
Así que como la leche y los lácteos siguen siendo productos omnipresentes en nuestra cesta de la compra, vamos a ver en qué debemos fijarnos a la hora de escoger los más adecuados.
Dónde comprar productos lácteos
Aunque el 73% de la leche y el 71% de los derivados lácteos se venden en supermercados e hipermercados, quizá te sorprenderá saber no son los únicos establecimientos donde puedes encontrarlos.
Ante la bajada de precios de la leche y las exigencias del sector de la distribución, los ganaderos están apostando por nuevas formas de comercializar sus productos lacteos. Puedes encontrar productores que venden leche de forma directa de leche al consumidor final.
La mayoría de ellos venden leche tratada térmicamente (generalmente pasteurizada), pero puedes encontrar algunas explotaciones que venden leche cruda y preguntarte si es una práctica permitida. Sí está permitida la venta de leche cruda cumpliendo determinados requisitos, pero más adelante verás que no es una opción recomendable por motivos sanitarios.
Otros ganaderos se han apuntado a la venta a través de máquinas expendedoras de leche pasterizada. No están disponibles en toda la geografía, pero están teniendo éxito como una forma de llegar directamente al consumidor evitando intermediarios (además de recuperar el momento nostálgico en que el lechero llevaba las botellas de leche fresca a casa).
También se pueden encontrar leche y lácteos artesanales en cooperativas, en lecherías o en establecimientos minoristas. Y seguro que has visto puestos de quesos y yogures en mercados ambulantes y ferias locales (son producciones generalmente pequeñas que no se mueven a través de cadenas de distribución alternativas).
Incluso Internet se está consolidando como un medio de distribución de estos productos que así pueden llegar a todas partes y evitan depender de las grandes cadenas de distribución.